Crear comunidad fuera de una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE en inglés)

Every week, AFSC staff and volunteers in Florida offer dignity, support, and compassion to immigrants navigating detention and deportation.

El mes pasado, visité el Círculo de Protección de Miramar, una reunión semanal en Florida, en la que el personal y los voluntarios de AFSC ofrecen apoyo y recursos a personas que se enfrentan al sistema de inmigración. Este proyecto de ayuda mutua comenzó en 2017, al inicio de la primera administración Trump.  

Antes de que se formara el Círculo de Protección, pocos sabían que el anodino edificio de Miramar es una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Pero todos los días, inmigrantes de América Latina y el Caribe, así como de todo el mundo, acuden a sus puertas para entrevistarse con funcionarios de ICE. Algunos buscan seguridad y refugio en Estados Unidos tras huir de la violencia, la persecución o las catástrofes naturales en sus países de origen. Otros llevan décadas viviendo en Estados Unidos y construyeron sus familias y sus vidas aquí.  

Los inmigrantes deben ser tratados con la compasión y el respeto que todos merecemos. Pero en Miramar se enfrentaron a condiciones inhumanas mientras esperaban en el exterior de las instalaciones para presentarse a sus citas con ICE. Todos los días, cientos de personas se veían obligadas a hacer largas colas, que daban la vuelta a la manzana, durante horas bajo el sol abrasador para presentarse a sus citas. Hace solo unos años, no había baños, ni sombra, ni caras amigables que les ayudaran en uno de sus momentos más difíciles. No era raro que la gente se desmayara mientras esperaba.  

Gracias a la defensa del Círculo de Protección de Miramar, desde entonces se construyó una estructura, la cual proporciona sombra en el exterior de las instalaciones. Se instalaron ventiladores para aliviar el calor. Ahora hay baños con aire acondicionado en el estacionamiento.  

Pero hoy, la comunidad inmigrante de Florida sigue enfrentándose a otros peligros. La actual administración Trump amplió enormemente las detenciones y deportaciones, destruyendo familias y vecindarios. En todo el país, las redadas del gobierno perturban a nuestras comunidades, creando una cultura del miedo. 

La labor del Círculo de Protección de Miramar es más importante que nunca. María Bilbao, coordinadora de campañas de AFSC, dirige este esfuerzo de AFSC. Todos los miércoles, ella y un grupo de seis a diez voluntarios se instalan a la sombra frente a las instalaciones. Entregan agua, café, pasteles caseros y ropa. Además de la ayuda mutua, sirven como centro de recursos, dando a las personas información titulada "Conozca sus derechos", contactos con servicios de asistencia jurídica, remisiones a la línea directa de apoyo estatal que hace un seguimiento de las detenciones, etc.  

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Foto: AFSC/Florida

Sin embargo, las ofrendas más importantes del grupo pueden ser los dones comunitarios, la solidaridad y algo de dignidad. El día de mi visita, oímos historias de personas que gastaban cientos de dólares en taxis hasta el servicio de registro, solo para que ICE les dijera que tenían que volver otro día. Los padres, sin saber de las largas esperas, llevaban a sus hijos con ellos. Agradecieron encontrar los brazos acogedores de nuestros voluntarios, que cuidaron de sus familias mientras hacían fila durante horas. 

Nuestro equipo también documenta lo que ocurre en las instalaciones. Eso incluye el registro de las matrículas de los autos abandonados por personas que acudieron a citas rutinarias pero que finalmente fueron detenidas. Nuestro equipo ha observado un aumento de estos casos en los últimos meses. Nuestro personal hace todo lo posible por ayudar a las familias a encontrar a sus seres queridos en los centros de detención.  

Nuestros voluntarios hablan de estas personas como "desaparecidas", un término con un contexto espeluznante para las personas de América Latina, quienes tienen experiencia de primera mano con regímenes represivos. Imagine buscar refugio en Estados Unidos, solo para enfrentarte a los mismos abusos brutales contra los derechos humanos y desapariciones de seres queridos que le hicieron huir de su país natal. 

Una semana antes de nuestra visita, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, celebró una conferencia de prensa en el Centro de ICE de Miramar para promocionar los últimos esfuerzos de ICE para detener y deportar a cientos de inmigrantes de Florida, con la ayuda de la policía estatal. El gobernador celebró la separación de familias mientras posaba delante de un vehículo blindado de transporte de tropas. Era un accesorio militar diseñado para dar a entender que las madres, hijas, hijos y padres detenidos eran peligrosos, cuando nada podía estar más lejos de la realidad.  

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Foto: AFSC/Florida

Los inmigrantes fortalecen nuestras comunidades. Son amigos, vecinos, trabajadores, estudiantes y empresarios. Vienen a Estados Unidos a buscar trabajo, a alimentar a sus familias, a proteger a sus seres queridos. Aquí hay espacio para todos. 

Hoy, las verdaderas amenazas a las que nos enfrentamos residen en la política de inmigración de Estados Unidos. La administración de Trump amenaza nuestra seguridad colectiva al ampliar las detenciones y deportaciones, desmantelar derechos de larga data y promulgar políticas que deshumanizan a los inmigrantes.  

Como organización cuáquera, la creencia de AFSC en el valor divino de cada persona nos llama a actuar por la justicia. Nos comprometemos a trabajar junto a inmigrantes, aliados y comunidades por políticas de inmigración acogedoras, dignas y justas.   

Cada miércoles que el personal y los voluntarios de AFSC instalan sus mesas en Miramar, nos muestran el mundo por el que estamos trabajando. Transforman un lugar poco acogedor en un espacio donde las personas pueden encontrar el apoyo y la compasión que todos merecemos.   

Más información sobre el programa AFSC Florida y haga una donación hoy para apoyar esta labor vital.