Los tomates son un ingrediente clave para la elaboración de tamales, guisos y otros platos tradicionales. Pero en las tierras altas del occidente del país, son extremadamente difíciles de cultivar. Esto significa que las personas de la comunidad tienen que comprar sus tomates en el mercado, lo cual es caro, especialmente en la temporada navideña.
Pero este año, las cosas son diferentes para muchas personas de la comunidad maya ixil de Nebaj, Quiché.
Gracias a personas como usted, AFSC contribuyó este año con las y los miembros de la comunidad en la construcción invernaderos para proteger sus cultivos de las fuertes lluvias y cosechar más productos. Desde entonces, han cultivado muchos tomates, así como pimientos y otras verduras. ¡Y en noviembre tuvieron su primera cosecha! Fue la primera de las que esperan que sean muchas más en los próximos años.
A la fecha, 23 familias han cosechado más de 1,800 libras de tomates en Nebaj. Además de tener más comida para sus familias, las y los miembros de la comunidad vendieron algunos de los productos en el mercado local para complementar sus ingresos. Eso les brinda más oportunidades económicas para construir medios de vida sostenibles en sus comunidades en un momento en el que muchas personas a menudo se sienten obligadas a migrar a otros lugares en búsqueda de trabajo.
Al igual que muchas zonas rurales de Guatemala, las comunidades ixiles han enfrentado tres grandes invasiones y violencias a lo largo de su historia. Esto incluye la llegada de los colonos españoles a principios del siglo 16, los asesinatos de siete líderes indígenas que defendieron el territorio contra la dictadura de Jorge Ubico en 1936, y en la década de 1980, las fuerzas militares del gobierno masacraron a miles de personas mayas y desplazaron a muchas más de sus territorios. Posteriormente, una comisión de la verdad determinó que Estados Unidos había proporcionado financiamiento y capacitación a los militares que cometieron actos de genocidio y otras violaciones de derechos humanos contra las poblaciones mayas en ese período.
El trauma del genocidio sigue vigente para las y los sobrevivientes ixiles, sus hijas, hijos, nietas y nietos. Pero hoy en día, las y los miembros de la comunidad están trabajando para fortalecer sus conexiones con las tierras de las que sus familias alguna vez se vieron obligadas a huir. También se están organizando para proteger sus derechos y valores ancestrales, frente a lo que denominan una cuarta invasión: la llegada de proyectos extractivos extranjeros que amenazan aún más a sus comunidades y su cosmovisión de vida.
AFSC brinda apoyo a juventudes que se organizan e inciden en la transformación de los sistemas de opresión en sus comunidades. Trabajamos en estrecha colaboración con la organización local Chemol Txumb'al ("Jóvenes que tejen conocimiento", en idioma maya ixil). La cual fue fundada por jóvenes ixiles en 2009 para protestar por la construcción de megaproyectos hidroeléctricos en la región. Estos megaproyectos han acabado con los recursos naturales, destruido el medio ambiente y desplazado a las comunidades, todo en beneficio de los intereses extranjeros.
En los últimos dos años, AFSC ha trabajado con Chemol Txumb'al para proporcionar talleres de educación popular a 55 jóvenes ixiles. Abordamos el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, así como sus impactos en la autonomía de las comunidades indígenas y cómo las personas pueden organizarse e incidir para proteger sus derechos humanos y construir paz con justicia.
Actualmente, contribuimos con las y los miembros de la comunidad en Nebaj a construir invernaderos comunitarios para mejorar la soberanía alimentaria. Por su parte, las juventudes están adquiriendo conocimientos sobre técnicas agroecológicas que se centran en la sostenibilidad, el respeto por la tierra y las prácticas agrícolas indígenas. El proyecto también brinda a las mujeres más oportunidades de liderazgo en la agricultura, una actividad que tradicionalmente ha estado liderada por hombres. Hoy en día, siete mujeres son responsables de los invernaderos comunitarios en Nebaj. Asimismo, las y los miembros de la comunidad también están creando oportunidades económicas para apoyar a sus familias, de modo que puedan arraigarse a sus territorios con dignidad.
Lo anterior incluye a miembros de la comunidad como Jacinto Ceto, de 25 años, quien nos dijo: "Me siento inspirado a continuar trabajando en la agricultura porque la oportunidad se está expandiendo más allá del maíz y frijol. Esto es algo que me gusta. Me conecta con mi cultura y eso quiero transmitirlo a mi hijo".
Las personas generosas como usted hacen posible que AFSC y nuestros socios ayuden a las comunidades en Guatemala en sus luchas por construir un futuro más justo y sostenible.
* Este proyecto también es apoyado con fondos de la Embajada de Nueva Zelandia en México.